Herejía: Poema de Teo Escudero
- revistaelcoloso
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Eres todas esas cosas que me prometí no mendigar,
y aquí estoy, colgado de tu boca,
como perro flaco en la feria,
pintándome de esperanza barata
en la micro que nunca llega.
No te necesito -dicen los libros de autoayuda-,
pero ay, amor,
si no estás se me desarma la teñida
y la ciudad me escupe con su aliento de cemento.
No eres diosa de mármol, ni Virgen de yeso,
eres la vecina que fuma en la ventana,
el amor que se pone de rodillas,
la herejía de besar con lengua
en medio del almuerzo familiar.
Y sí, te quiero,
te quiero con la insolencia,
con la rabia de no haber tenido nada,
con la certeza de que el miedo
se mata a carcajadas.
Te mereces un cielo, dicen,
pero yo te prefiero en la tierra,
con las botas sucias,
bailando en la calle conmigo
hasta que la tristeza se vaya a dormir.
