El ojo de la raskolnikov: Poema de Rick Rodríguez
- revistaelcoloso
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sólo jugaba todo el tiempo
en varios actos para crear una estética única
todas y todos en distintos órdenes y proporciones
aferrados a la maldad y a sus núcleos rodados
posmoderno de venganza y de vergüenza
con el sol rebelde e invertido
con las canicas que rehúyen el asfalto
y que digitan las piezas selectas a reunir en vano
indignos de su rebaño
el siglo de oro
el grupo:
poetas, músicas, escritoras, lectoras y lectores de filosofía, consumidores de opioides,
[anfetaminas
con el objetivo siempre presente de diagramar la estructura de los sueños en la
[realidad
la magia tradicional occidental en su vida
ludópatas, sodomitas, sifilíticos, alcohólicos.
quiero que se sepa / que no voy a perdonarlos
por eso eran criminales y por eso no temían portar en sus manos la capacidad para
[matar
la ducha suena ocupada y su agua rauda
la más joven se arreglaba los bototos en la cocina
matemáticas puras en el rincón en donde se cuece el polvo que determina
el santo oleaje de las victorias futuras
el barniz no se hace necesario
el músculo tenso está en movimiento
la mandíbula aún sabe besar y masticar
la carne no olvida las caricias de la madre en la batalla
divierte la soga con tu nostalgia patética tuerta de paz y de luz
la peste consistió en dejarse llevar por ideas, sensaciones y ensoñaciones de diverso
[calibre
abrigos largos y oscuros, bototos, botines y zapatillas negras.
cuando los mapas caen, altas barreras dejan las cumbres con sus disonancias
[eléctricas de paso
mochilas, bolsos pesados y un maletín, un vehículo robado, huevos fritos,
marraquetas, café - estremecidas-
una entrevista publicada en primavera
principal es la logística de distribución e integración sistémica
aberrando laberintos en los barrios
participación en la defensa ante infecciones gubernamentales
despedazada tragándose el arrojo con los medios y los días
con dos de las dos más altas barreras con las cumbres y sus disonancias
llegó el auto! cacareó Paulo, mientras se arreglaba objetos contundentes bajo las alas
[de su largo abrigo
(destella el ojo de la raskolnikov con el cargador cambiado)
todos dejaron sus cafés, las tostadas, los cigarrillos semi apagados bajaron raudas las escaleras,
los zapatazos y los bototos las hicieron retumbar
una pubertad sin color y sin duración
esgrima la esquirla de la esencia en aquellos corazones
(técnicamente la bomba está en su lugar, sólo tenemos que entrar y detonarla)
antes del dolor bajo, viene el cántico del vientre sobre las espuelas de la gallina
[espumada
el vehículo con los 8 ocupantes cruzaba la ciudad como una lanza, cortando e
[interrumpiendo el tránsito
¿cómo conseguiré saber si hago lo correcto?
creo que esta pregunta no tiene cabida…
sin culpa, como un grupo de animales que trepa sobre la naturaleza para mirar
confiados los contornos de sus almas / el borde( siempre) incorregible de la historia
sólo jugaba todo el tiempo
todas y todos en distintos órdenes y proporciones.
como si viera desde lejos en las nubes las precisas pinceladas de su espíritu quemando el tiempo
sus pericias
todas sus eternidades en una sola pira amable incandescente
las nubes cambian de color y se desarman en ritmos
de espasmos abrazados
las manos de las juventudes comienzan a escribir signos en las rocas y en la arena de
[las playas
el amor suena a la distancia como un faro que viene a rescatar a los sobrevivientes y los arroja nuevamente al mar embebecido embrutecido el mar embellecido enaltecido embravecido
despierta,
vamos en una balsa
y no somos pocos.



